viernes, 10 de diciembre de 2010

PAPA Y MAMA

Hoy es el día de los muertos como decimos en Uruguay, aquí le llaman el día de todos los Santos.
Compré, contra mi gusto flores de tela, pero es que siempre se mantienen bonitas y no quiero llevar macetas con crisantemos como todo el mundo. Además este año los crisantemos, quizás por la crisis, son especialmente horribles, la mayoría amarillos, color que no me gusta.
Tenia en casa el jarrón de pepinillos que los niños decoraron en una ocasión con una cenefa tipo vitraux y las palabras "para mi abuelo Fabio".
Me traje el frasco a casa la última  vez que fui al cementerio, pues la gente lo coge y lo encuentro en otras sepulturas. Que falta de respeto! la gente es descastada!  no tienen pudor! a quien se le ocurre tomar algo de otra tumba, ademas con esa inscripción “ para mi abuelo Fabio” y por si quedaran dudas i49, que es numero de la lápida….. Lo mismo sucede con los cantos rodados del mar que los niños pintaron en una ocasión, también han desaparecido. Cada vez que voy a ese rincón del cementerio es como si fuese a casa, están allí papá  y mamá , también Maggie y otros vecinos, es como si se fuese, poco a poco, creando un nuevo barrio, pero en el mas allá.
Las flores no tienen peso y son muy ligeras, así que insistí en ir hasta la playa y recoger cantos rodados.
Jorge me esperaba impaciente y contrariado.
Me arrodillé y estiré la mano eligiendo las piedras, en la nariz me pegaba el olor a algas y en los oídos el ruido del mar, entrecerré los ojos concentrándome en ese momento, en mi gesto, depositando suavemente los cantos rodados dentro del frasco de cristal, intentaba perpetuar ese momento. Me puse en pie, apreté el frasco contra el pecho y me giré, la mirada larga adentrándome en el mar.
"-Papá... mamá ..., os he traído cantos rodados de la playa para que os llegue el olor y el rumor del mar......."

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