Hoy es el día de los muertos como decimos en Uruguay, aquí le llaman el día de todos los Santos.
Compré, contra mi gusto flores de tela, pero es que siempre se mantienen bonitas y no quiero llevar macetas con crisantemos como todo el mundo. Además este año los crisantemos, quizás por la crisis, son especialmente horribles, la mayoría amarillos, color que no me gusta.
Tenia en casa el jarrón de pepinillos que los niños decoraron en una ocasión con una cenefa tipo vitraux y las palabras "para mi abuelo Fabio".
Me traje el frasco a casa la última vez que fui al cementerio, pues la gente lo coge y lo encuentro en otras sepulturas. Que falta de respeto! la gente es descastada! no tienen pudor! a quien se le ocurre tomar algo de otra tumba, ademas con esa inscripción “ para mi abuelo Fabio” y por si quedaran dudas i49, que es numero de la lápida….. Lo mismo sucede con los cantos rodados del mar que los niños pintaron en una ocasión, también han desaparecido. Cada vez que voy a ese rincón del cementerio es como si fuese a casa, están allí papá y mamá , también Maggie y otros vecinos, es como si se fuese, poco a poco, creando un nuevo barrio, pero en el mas allá.
Las flores no tienen peso y son muy ligeras, así que insistí en ir hasta la playa y recoger cantos rodados.
Jorge me esperaba impaciente y contrariado.
Me arrodillé y estiré la mano eligiendo las piedras, en la nariz me pegaba el olor a algas y en los oídos el ruido del mar, entrecerré los ojos concentrándome en ese momento, en mi gesto, depositando suavemente los cantos rodados dentro del frasco de cristal, intentaba perpetuar ese momento. Me puse en pie, apreté el frasco contra el pecho y me giré, la mirada larga adentrándome en el mar.
"-Papá... mamá ..., os he traído cantos rodados de la playa para que os llegue el olor y el rumor del mar......."
viernes, 10 de diciembre de 2010
JORNADA DE TARDE 13 11 2009
Como aún era temprano decidimos aprovechar lo que quedaba del día.
Pensamos en quizás algún espectáculo de los tantos que ofrece Londres.
Tomamos un autobús, el recorrido es largo debido a las continuas paradas y al tráfico . Mi amiga cambia de parecer varias veces, se muestra dudosa e indecisa. Como no deseo conflictos y la verdad, me da lo mismo como empleemos la tarde, especialmente después de la espantos experiencia de Camden. Intento que me confirme si realmente quiere ir al Opera House, representan Giselle.
Durante el trayecto observo la decoración navideña de Oxford Steet y Regent, todo la deja fría. Continúa indiferente, incluso ante las vitrinas de Selfriges, que son una verdadera obra de creatividad, impresionantes y únicas, podíamos haber bajado a disfrutar del incipiente ambiente navideño, ella no es consciente ni le interesan mis gustos y aficiones.
Las calles están abarrotadas, la gente entra y sale de los comercios cargados de bolsas, riendo, llenos de ilusión con las compras navideñas. Consultando el plano del tube me doy cuenta que el mejor modo de llegar a la zona de los teatros es el metro y bajar en Covent Garden, en ese momento pasamos delante de Lacoste, decido bajar y matar dos pájaros de un tiro.
Según nuestro mapa, la parada del autobús queda entre dos estaciones de metro. Sugiero desandar camino hasta Picadilly que es la mas cercana, ella quiere bajar hasta Trafalgar que queda mas lejos, pero esta vez no me dejo convencer, cruzo la calle por la mitad en diagonal hacia la Boutique Lacoste desoyendo sus protestas.
Una vez en la tienda se sienta enfurruñada en un sofá y me espeta con urgencia " no tardes mucho!" , todo esto después de una hastiante mañana en Camden!. No siento ningún remordimiento, tengo una animada charla con el encargado de tienda, la oigo refunfuñar " ¡como puede valer una parka 300€!...." en fin....al final, nuestro periplo acaba en el Opera House con las entradas a 90€, se le ponen los ojos como platos! Acabamos a las 21.30, en pijama, en la habitación del hotel. Vaya noche perdida! tantos kilómetros hasta Londres para echarnos a dormir!
No se durmió sin arremeter contra el "mundo" "para que mierda pagamos este hotel si nunca vemos al resto del grupo!"
Al día siguiente nos enteramos, que Petra y los demás, pasaron una agradable velada de risas hasta las dos de la madrugada en el lounge del hotel, mientras nosotras mirábamos absortas la tele en la habitación.
Hay personas que tienen una vida desastrosa, que no son capaces de disfrutar de los pequeños momentos que nos brinda la vida, ni son tampoco capaces de acercarse a los demás. Se revuelven rabiosos contra la "adversidad" las otras personas las detectan y las evitan y hacen que estén aun mas solos!
Pensamos en quizás algún espectáculo de los tantos que ofrece Londres.
Tomamos un autobús, el recorrido es largo debido a las continuas paradas y al tráfico . Mi amiga cambia de parecer varias veces, se muestra dudosa e indecisa. Como no deseo conflictos y la verdad, me da lo mismo como empleemos la tarde, especialmente después de la espantos experiencia de Camden. Intento que me confirme si realmente quiere ir al Opera House, representan Giselle.
Durante el trayecto observo la decoración navideña de Oxford Steet y Regent, todo la deja fría. Continúa indiferente, incluso ante las vitrinas de Selfriges, que son una verdadera obra de creatividad, impresionantes y únicas, podíamos haber bajado a disfrutar del incipiente ambiente navideño, ella no es consciente ni le interesan mis gustos y aficiones.
Las calles están abarrotadas, la gente entra y sale de los comercios cargados de bolsas, riendo, llenos de ilusión con las compras navideñas. Consultando el plano del tube me doy cuenta que el mejor modo de llegar a la zona de los teatros es el metro y bajar en Covent Garden, en ese momento pasamos delante de Lacoste, decido bajar y matar dos pájaros de un tiro.
Según nuestro mapa, la parada del autobús queda entre dos estaciones de metro. Sugiero desandar camino hasta Picadilly que es la mas cercana, ella quiere bajar hasta Trafalgar que queda mas lejos, pero esta vez no me dejo convencer, cruzo la calle por la mitad en diagonal hacia la Boutique Lacoste desoyendo sus protestas.
Una vez en la tienda se sienta enfurruñada en un sofá y me espeta con urgencia " no tardes mucho!" , todo esto después de una hastiante mañana en Camden!. No siento ningún remordimiento, tengo una animada charla con el encargado de tienda, la oigo refunfuñar " ¡como puede valer una parka 300€!...." en fin....al final, nuestro periplo acaba en el Opera House con las entradas a 90€, se le ponen los ojos como platos! Acabamos a las 21.30, en pijama, en la habitación del hotel. Vaya noche perdida! tantos kilómetros hasta Londres para echarnos a dormir!
No se durmió sin arremeter contra el "mundo" "para que mierda pagamos este hotel si nunca vemos al resto del grupo!"
Al día siguiente nos enteramos, que Petra y los demás, pasaron una agradable velada de risas hasta las dos de la madrugada en el lounge del hotel, mientras nosotras mirábamos absortas la tele en la habitación.
Hay personas que tienen una vida desastrosa, que no son capaces de disfrutar de los pequeños momentos que nos brinda la vida, ni son tampoco capaces de acercarse a los demás. Se revuelven rabiosos contra la "adversidad" las otras personas las detectan y las evitan y hacen que estén aun mas solos!
lunes, 6 de diciembre de 2010
NOTTING HILL
Notting Hill es otra cosa!!! esta lleno de anticuarios, entre los cuales se puede deambular viendo pequeños tesoros de otras épocas, cosas que antes eran imprescindibles en el ajuar de cualquier novia que se precie, como paletas de plata paras recoger migas de la mesa, cucharillas de café de plata, pastilleros, botones antiguos y un sin fin de cosas que nos revelan tesoros del pasado, que nos hablan de clases sociales y que a veces nos legan nuestros abuelos, padres, tíos y tenemos arrumbados por los cajones mas escondidos y jamas sacamos a la luz.
Los pequeños puestos se suceden en estrechos pasillos donde los propietarios exponen primorosamente esos girones del pasado, estos vendedores se confunden y amalgaman con su producto, se diría que se parecen a los objetos que exponen , muchos pasan los 60 con cabezas canosas y rostros grises, pero con el mentón en alto y la mirada displicente, actitud que tienen muchos ingleses denotando superioridad. La actitud típica del mayordomo, servicial, pero manteniendo una altanera distancia con el cliente. El público se pasea deambulando y dejandose sorprender por la cantidad de objetos expuestos, no veo demasiados compradores y si muchos nostálgicos mirones, en los ojos de muchos vendedores asoma el hastío como una puerta que se entreabre y nos deja ver su interior.
Mi amiga va de mal en peor, esto ya no le gusta y nada despierta su interés, le acicatea el hambre y las ganas de ir al baño, pero no acepta entrar en ningún bar. Decido hacer caso omiso de su letanía e intento llegar al final de Portobello Road no sin varios frenazos de mi acompañante que también tiene frío. Compro una bufanda para Jorge que es muy friolero y elijo una muy bonita de autentico cashmere escoces. Mi amiga que sigue en plan quejica cree que en el Corte Ingles venden lo mismo, intento explicarle que me da igual que me gusta el diseño y quiero llevarle algo a mi marido.
A trancas y barrancas llegamos al final de la calle donde se supone esta "the former pepe shop" no es nada del otro mundo, puro marketing….
Mi amiga esta ya rabiando, se queja abiertamente de hambre, frío y que esta cansada así que nos aventuramos en la ardua tarea de encontrar algún sitio que le guste, mi opinión no cuenta, un japones no, una pizzeria tampoco, un fish and chips tampoco (deberíamos haber comido en Camdem murmura) pastelerías tampoco, pero tenia grabado en la memoria que una dependienta española en la tienda de bufandas le había dicho que había muchos restaurantes en la calle paralela, por lo cual vamos hacia allí pero al asomarnos a una esquina no se ve gente en aquella dirección. Cambiamos de idea, el malestar crece a momentos y ya no se puede disfrutar del paseo. Coge velocidad nuevamente en el paso, me aventuro a preguntar si no se encuentra bien y quizás eso junto con el mal tiempo la tenga desasosegada, finalmente giramos una esquina y vemos un pequeño bar restaurante lleno de gente y entramos. Nos apretamos en una media mesa, llego hasta la silla gracias a que he bajado de peso pero no sin antes rozar con mi culo y mi bolso a un comensal, las sillas son pequeñas para ahorrar espacio y las mesas son proporcionales a las sillas, la norma de urbanidad de no apoyar los codos es de obligado cumplimento. Mi amiga sigue nerviosa, menos mal que de pronto se libera una mesa mas desahogada y le grito "corre! date prisa!" pues ya otra pareja hacia el gesto de ir hacia ella. Aleluya al fin nos sentamos!. Mi amiga pide una "cervecita" y se le anima el semblante, me confiesa que no hay modo mejor que una cervecita para dormir bien.
En fin! con que poco encuentran la felicidad algunas personas. La comida es la típica por 10€, un plato combinado, abundante, yo cuarto de pollo con guisantes y zanahorias, la única verdura que sirven (de lata por supuesto) con patatas vapor gratinadas, ella un arroz con pollo y no se que mas. Vuelve a recuperar el gesto risueño.
Los pequeños puestos se suceden en estrechos pasillos donde los propietarios exponen primorosamente esos girones del pasado, estos vendedores se confunden y amalgaman con su producto, se diría que se parecen a los objetos que exponen , muchos pasan los 60 con cabezas canosas y rostros grises, pero con el mentón en alto y la mirada displicente, actitud que tienen muchos ingleses denotando superioridad. La actitud típica del mayordomo, servicial, pero manteniendo una altanera distancia con el cliente. El público se pasea deambulando y dejandose sorprender por la cantidad de objetos expuestos, no veo demasiados compradores y si muchos nostálgicos mirones, en los ojos de muchos vendedores asoma el hastío como una puerta que se entreabre y nos deja ver su interior.
Mi amiga va de mal en peor, esto ya no le gusta y nada despierta su interés, le acicatea el hambre y las ganas de ir al baño, pero no acepta entrar en ningún bar. Decido hacer caso omiso de su letanía e intento llegar al final de Portobello Road no sin varios frenazos de mi acompañante que también tiene frío. Compro una bufanda para Jorge que es muy friolero y elijo una muy bonita de autentico cashmere escoces. Mi amiga que sigue en plan quejica cree que en el Corte Ingles venden lo mismo, intento explicarle que me da igual que me gusta el diseño y quiero llevarle algo a mi marido.
A trancas y barrancas llegamos al final de la calle donde se supone esta "the former pepe shop" no es nada del otro mundo, puro marketing….
Mi amiga esta ya rabiando, se queja abiertamente de hambre, frío y que esta cansada así que nos aventuramos en la ardua tarea de encontrar algún sitio que le guste, mi opinión no cuenta, un japones no, una pizzeria tampoco, un fish and chips tampoco (deberíamos haber comido en Camdem murmura) pastelerías tampoco, pero tenia grabado en la memoria que una dependienta española en la tienda de bufandas le había dicho que había muchos restaurantes en la calle paralela, por lo cual vamos hacia allí pero al asomarnos a una esquina no se ve gente en aquella dirección. Cambiamos de idea, el malestar crece a momentos y ya no se puede disfrutar del paseo. Coge velocidad nuevamente en el paso, me aventuro a preguntar si no se encuentra bien y quizás eso junto con el mal tiempo la tenga desasosegada, finalmente giramos una esquina y vemos un pequeño bar restaurante lleno de gente y entramos. Nos apretamos en una media mesa, llego hasta la silla gracias a que he bajado de peso pero no sin antes rozar con mi culo y mi bolso a un comensal, las sillas son pequeñas para ahorrar espacio y las mesas son proporcionales a las sillas, la norma de urbanidad de no apoyar los codos es de obligado cumplimento. Mi amiga sigue nerviosa, menos mal que de pronto se libera una mesa mas desahogada y le grito "corre! date prisa!" pues ya otra pareja hacia el gesto de ir hacia ella. Aleluya al fin nos sentamos!. Mi amiga pide una "cervecita" y se le anima el semblante, me confiesa que no hay modo mejor que una cervecita para dormir bien.
En fin! con que poco encuentran la felicidad algunas personas. La comida es la típica por 10€, un plato combinado, abundante, yo cuarto de pollo con guisantes y zanahorias, la única verdura que sirven (de lata por supuesto) con patatas vapor gratinadas, ella un arroz con pollo y no se que mas. Vuelve a recuperar el gesto risueño.
COMPAGINAR INTERESES EN LOS VIAJES
Los viajes en los cuales se va en grupo son muy educativos especialmente en cuanto a lo que a las características del ser humano se refiere.
Es obligado si uno no quiere sentirse "atrapado", elegir bien las personas con quien se viaja, o bien debe uno armarse de paciencia, sabiduría y tolerancia.
Parece mentira como el mero hecho de tener que compartir obligadamente las horas del día, estresa a algunas personas e incluso salen a relucir los peores aspectos del alma humana.
Los primeros días por no decir las primeras horas, bajo la influencia de la novedad y el entusiasmo todos están dispuestos a disfrutar y a reír. La conversación es animada y todo el mundo hace propuestas que contribuyen al grupo.
Hay grupos cerrados desde el primer momento, se desmarcan ante los intentos de aproximación, dan educadamente respuestas breves con la mirada esquiva, revoloteando los ojos por el espacio, como si buscasen algo y sin intención de continuar la conversión. Intentando un análisis positivo, justifico ésta actitud con la lógica concentración de alguien que esta en un espacio desconocido, pero mirado de un modo negativo también llego a otra conclusión, como el premeditado hecho de no compartir información con los demás, información positiva para el grupo como la posibilidad de viajar a un precio mas barato, esta sospecha se confirma cuando les ves salir disparados hacia su destino, sin decir ni adiós, dejando abandonados a su suerte a los compañeros novatos.
Otros necesitan 24 horas para fracasar en las incipientes relaciones de amistad. Después de un día frenético y bien aprovechado, Westmister, Torre de Londres y un musical. Al segundo una compañera se hunde en la apatía mezcla de escepticismo y cansancio. Lo atribuyo a lo segundo, a la polución que le irrita los ojos, al cambio en la dieta que le arruina la digestión (lácteos) o la inapetencia de visitar sitios, en fin que en un día lluvioso y con viento frío nos aventuramos a visitar los famosos mercadillos londinenses. Propongo visitar el mas alejado, el de Camden, pero nada mas llegar veo que no es lo que esperaba, esta lleno de baratijas de mala calidad, pseudoartesanas y nada que despierte mi interés. No encuentro nada auténtico de la cultura local y los puestos son repetitivos, ni un solo verdadero artesano, son comerciantes ambulantes, generalmente inmigrantes y bohemios que venden todo tipo de tonterías manufacturadas en China y que luego, una vez llegadas a casa, van a la basura. Los echarpes que en principio despertaron mi curiosidad eran caros y de dudosa calidad, importados por contenedores de china, se encontraban los mismos dibujos y colores por todo Londres.
La ropa igualmente de mala calidad y originada seguramente en talleres de explotación infantil o humana, nylons inflamables y negros, color que todo lo oculta, para los góticos y en este mar de mal gusto y degradación la gente urga y revuelve como en un mercadillo tercermundista, buscando no se que gangas.
Mi amiga revolotea ansiosa, presa de excitación, por pasillos estrechos, como si de la búsqueda del tesoro se tratase. Parece que se le anima un poco el humor, va y viene por los mismos puestos, regatea, juega a ganar, se siente fuerte y acaba gastándose 100 € en dos anillos y un colgante de "Plata" y piedras "semipreciosas", por un instante ha comprado su parcela de felicidad. Pero le dura poco y vuelve a caer en un negativo sopor pasada la excitación de la compra. Vuelve a plañir sobre que deberíamos haber venido mas tarde así comeríamos en uno de los cientos de puestos con comida típica asiática de dudosas cualidades sanitarias. Refritos cargados de especias con chinos o hindúes revolviendo las sartenes, toda la comida tiene ese mismo color a curcuma o curry y no se ve nada fresco, todo se me hace recalentado, no se me activan los jugos gástricos.
Ya no sé que hacer para restablecer el humor de mi acompañante, propongo un marroquí, donde tomamos un te típico, pero la elección de las pastas se hace dificultosa. A mi me atraen los únicos dos dulces que tienen, un pequeño bollo como de almendra y una especie de pestiño, propongo probar los dos ya que son pequeñitos y nada perdemos arriesgando. Mi amiga refunfuña que estas cosas son demasiado dulces y cuando pido una ración finalmente se decide y pedimos para ella. El lugar es muy obscuro, cubierto de tela de tapiz en tonos rojos y con profusión de sofás, las mesas variopintas, algunas de marquetería (me engancho el pantalón con un clavo) tardan en traer el te. Yo me relajo pues hay una familia de alemanes, unas diez personas que han pedido antes que nosotros y el personal es poco. Mi amiga sigue impacientándose y no da señas de estar dispuesta a disfrutar el momento. Su actitud es de como si se le hiciese tarde para ir a algún sitio. Finalmente traen el te en una tetera que es de ese metal, parece plata pero tampoco es inoxidable ni zinc.como las jarras de cerveza alemanas. En vez de tazas, dos vasitos de cristal que instintivamente uno coge de la base y el borde con dos dedos. No hay colador por lo que algunos trozos de hoja de menta se precipitan en el fondo del vaso. El te es insípido, ni siquiera necesita azúcar. Intento buscar el misterio de su sabor y en fin....poniendo un poco de imaginación......(es de mala calidad como el mercadillo)
Los pastelitos los como a pequeños mordiscos para encontrar placeres escondidos, uno sabe a canela y miel y es crujiente, entre galleta y pastelito y el otro sabe a almendras y no es tan dulce como me vaticinó mi amiga (en Turquia si).
Posh como soy encontré finalmente unas Allstar tobilleras que me retrotraen a ni adolescencia y compro sin dudar. Creo están a buen precio, pero si no es así me da igual ya que las miraba hace tiempo, no sin cierto escepticismo, pero al ponermelas con mis pantalones apitillados de talla 38 me sentí muy trendy, yo también encontré mi cuota de felicidad en CAMDEN.
Finalmente salimos de aquel horrible sitio, donde no vi ni un autentico gótico, ni ninguna de esas preciosas crestas de colores que llevan algunos chicos, los mas creativos los he visto en Barcelona.
Al final nos dirigimos hacia Notting Hill a pesar de las protestas de mi amiga que piensa que en un sitio así (camdem) hay mucho para ver y se puede pasar un día entero en él.
Santo cielo! si hasta las tiendas de artículos Vintage vendían cosas que hace tiempo he tirado a la basura, verdaderos artículos de ropavejero, en fin quizás a mi no me resulte novedoso y a los jóvenes de hoy en día le haga gracia una maletita de plástico viejo y resquebrajado de BOAC.
Es obligado si uno no quiere sentirse "atrapado", elegir bien las personas con quien se viaja, o bien debe uno armarse de paciencia, sabiduría y tolerancia.
Parece mentira como el mero hecho de tener que compartir obligadamente las horas del día, estresa a algunas personas e incluso salen a relucir los peores aspectos del alma humana.
Los primeros días por no decir las primeras horas, bajo la influencia de la novedad y el entusiasmo todos están dispuestos a disfrutar y a reír. La conversación es animada y todo el mundo hace propuestas que contribuyen al grupo.
Hay grupos cerrados desde el primer momento, se desmarcan ante los intentos de aproximación, dan educadamente respuestas breves con la mirada esquiva, revoloteando los ojos por el espacio, como si buscasen algo y sin intención de continuar la conversión. Intentando un análisis positivo, justifico ésta actitud con la lógica concentración de alguien que esta en un espacio desconocido, pero mirado de un modo negativo también llego a otra conclusión, como el premeditado hecho de no compartir información con los demás, información positiva para el grupo como la posibilidad de viajar a un precio mas barato, esta sospecha se confirma cuando les ves salir disparados hacia su destino, sin decir ni adiós, dejando abandonados a su suerte a los compañeros novatos.
Otros necesitan 24 horas para fracasar en las incipientes relaciones de amistad. Después de un día frenético y bien aprovechado, Westmister, Torre de Londres y un musical. Al segundo una compañera se hunde en la apatía mezcla de escepticismo y cansancio. Lo atribuyo a lo segundo, a la polución que le irrita los ojos, al cambio en la dieta que le arruina la digestión (lácteos) o la inapetencia de visitar sitios, en fin que en un día lluvioso y con viento frío nos aventuramos a visitar los famosos mercadillos londinenses. Propongo visitar el mas alejado, el de Camden, pero nada mas llegar veo que no es lo que esperaba, esta lleno de baratijas de mala calidad, pseudoartesanas y nada que despierte mi interés. No encuentro nada auténtico de la cultura local y los puestos son repetitivos, ni un solo verdadero artesano, son comerciantes ambulantes, generalmente inmigrantes y bohemios que venden todo tipo de tonterías manufacturadas en China y que luego, una vez llegadas a casa, van a la basura. Los echarpes que en principio despertaron mi curiosidad eran caros y de dudosa calidad, importados por contenedores de china, se encontraban los mismos dibujos y colores por todo Londres.
La ropa igualmente de mala calidad y originada seguramente en talleres de explotación infantil o humana, nylons inflamables y negros, color que todo lo oculta, para los góticos y en este mar de mal gusto y degradación la gente urga y revuelve como en un mercadillo tercermundista, buscando no se que gangas.
Mi amiga revolotea ansiosa, presa de excitación, por pasillos estrechos, como si de la búsqueda del tesoro se tratase. Parece que se le anima un poco el humor, va y viene por los mismos puestos, regatea, juega a ganar, se siente fuerte y acaba gastándose 100 € en dos anillos y un colgante de "Plata" y piedras "semipreciosas", por un instante ha comprado su parcela de felicidad. Pero le dura poco y vuelve a caer en un negativo sopor pasada la excitación de la compra. Vuelve a plañir sobre que deberíamos haber venido mas tarde así comeríamos en uno de los cientos de puestos con comida típica asiática de dudosas cualidades sanitarias. Refritos cargados de especias con chinos o hindúes revolviendo las sartenes, toda la comida tiene ese mismo color a curcuma o curry y no se ve nada fresco, todo se me hace recalentado, no se me activan los jugos gástricos.
Ya no sé que hacer para restablecer el humor de mi acompañante, propongo un marroquí, donde tomamos un te típico, pero la elección de las pastas se hace dificultosa. A mi me atraen los únicos dos dulces que tienen, un pequeño bollo como de almendra y una especie de pestiño, propongo probar los dos ya que son pequeñitos y nada perdemos arriesgando. Mi amiga refunfuña que estas cosas son demasiado dulces y cuando pido una ración finalmente se decide y pedimos para ella. El lugar es muy obscuro, cubierto de tela de tapiz en tonos rojos y con profusión de sofás, las mesas variopintas, algunas de marquetería (me engancho el pantalón con un clavo) tardan en traer el te. Yo me relajo pues hay una familia de alemanes, unas diez personas que han pedido antes que nosotros y el personal es poco. Mi amiga sigue impacientándose y no da señas de estar dispuesta a disfrutar el momento. Su actitud es de como si se le hiciese tarde para ir a algún sitio. Finalmente traen el te en una tetera que es de ese metal, parece plata pero tampoco es inoxidable ni zinc.como las jarras de cerveza alemanas. En vez de tazas, dos vasitos de cristal que instintivamente uno coge de la base y el borde con dos dedos. No hay colador por lo que algunos trozos de hoja de menta se precipitan en el fondo del vaso. El te es insípido, ni siquiera necesita azúcar. Intento buscar el misterio de su sabor y en fin....poniendo un poco de imaginación......(es de mala calidad como el mercadillo)
Los pastelitos los como a pequeños mordiscos para encontrar placeres escondidos, uno sabe a canela y miel y es crujiente, entre galleta y pastelito y el otro sabe a almendras y no es tan dulce como me vaticinó mi amiga (en Turquia si).
Posh como soy encontré finalmente unas Allstar tobilleras que me retrotraen a ni adolescencia y compro sin dudar. Creo están a buen precio, pero si no es así me da igual ya que las miraba hace tiempo, no sin cierto escepticismo, pero al ponermelas con mis pantalones apitillados de talla 38 me sentí muy trendy, yo también encontré mi cuota de felicidad en CAMDEN.
Finalmente salimos de aquel horrible sitio, donde no vi ni un autentico gótico, ni ninguna de esas preciosas crestas de colores que llevan algunos chicos, los mas creativos los he visto en Barcelona.
Al final nos dirigimos hacia Notting Hill a pesar de las protestas de mi amiga que piensa que en un sitio así (camdem) hay mucho para ver y se puede pasar un día entero en él.
Santo cielo! si hasta las tiendas de artículos Vintage vendían cosas que hace tiempo he tirado a la basura, verdaderos artículos de ropavejero, en fin quizás a mi no me resulte novedoso y a los jóvenes de hoy en día le haga gracia una maletita de plástico viejo y resquebrajado de BOAC.
LIBRE ALBEDRIO A LOS 60
12 de noviembre del 2009
He vuelto Londres!
Nuevamente a cantar. Esta vez el Mesías de Haendel en el Albert Hall.
Dicho así parece algo importante, pero en realidad es un encuentro de corales que en vez de ser pequeño como en Palma, es acorde al tamaño de la ciudad y necesitan un recinto que de cabida a tanta gente. Puede participar cualquier persona , sea o no corista, conocer la obra es el único requisito y el evento se celebra cada noviembre desde hace 30 años.
La iniciativa parte de Irina , nuestra directora del Mesías en Palma.
Hemos decidido venir de jueves a lunes para aprovechar el vuelo y la ocasión. Digo hemos, Concha y yo, que compartimos habitación.
Nos encontramos con otras chicas que también vinieron en el mismo vuelo, pero aunque intentamos ser amigables fueron bastante frías y a pesar de que nos hospedamos en el mismo hotel nos separamos en el aeropuerto.
Ahí comenzó nuestra pequeña excursión hacia el hotel!
Tanto Concha como yo somos un poco intuitivas pero nada organizadas, todo lo decidimos según se nos van presentando las cuestiones. Es como si fuéramos resolviendo un quiz, damos respuesta a los interrogantes a medida que surgen, pero riendo ante la incertidumbre de si estaremos acertando o no.
Las decisiones las tomamos un poco aceleradas y no sin cierta zozobra. Acostumbradas a que otros piensen por nosotros ( en los viajes grupales!), es como si el oxidado cerebro nos funcionase a impulsos, como máquina falta de lubricación.
El primer lapsus fue desoír la recomendación del azafato de comprar en el avión el ticket para el London Express. Todavía no sé cómo puede un ticket de tren ser mas barato en el avión que en la ventanilla de la estación. Uno se pregunta dónde está la trampa o bien dónde está el beneficio. En fin, como nos costaba 28 libras decidimos tomar el tren regular que costaba 10.
Una vez con el ticket en nuestro poder, corrimos hacia el ascensor que lleva al andén, andén en el cual ya habíamos estado.
Como traíamos cierta velocidad por el ímpetu de llegar, nos frenamos sobre la punta de nuestros pies, de bruces contra el revisor que nos cortaba el paso, quería ver nuestro ticket antes de subir, ya que debe ser error común subirse al London Express con el ticket del Souther Train.
Así que engrosando las estadísticas de error, reculamos y nos sentamos a esperar. Mientras esperaba pude comprobar que el mundo esta lleno de atropelladas como yo, pues estando a punto de cerrarse las puertas del London Express y sonando el timbre, una Sra.,deshorientada, dudaba si subir o no a pesar de los gritos de sus amigas y la revisora que le decían "Hurry up, hurry up!. Seguro le iba la cabeza mas lento que a mi. No procesaba que debía seguir a sus amigas y se miraba las manos, las bolsas, el abrigo comprobando que no se olvidaba de nada, era como el ordenador cuando se queda suspendido en una acción y nos deja ver el relojito de arena y aunque aporremos el ratón y el teclado no hay reacción alguna.
Finalmente en el tren, nos sentimos nuevamente seguras y con la sensación de haber tomado la decisión correcta.
Por momentos intentaba no perder la concentración de las paradas que se iban sucediendo una tras otra. No había riesgo de pérdida pues el tren acababa su trayecto en Victoria Station, pero siempre se ve todo como en una nebulosa cuando no se conoce el sitio. En casa parece que funcionamos bien por que todo, aunque parezca que no, es rutinario.
El hotel era el mismo del mes de Julio y era relativamente fácil tomar el metro hasta Hammersmith y luego salir a la calle y a mano derecha está el enorme edificio. No contábamos primero, con la obscuridad al llegar y la tupida lluvia que no te dejaba ver nada con claridad, además de tener que arrastrar maleta, bolso y algo más . Lo que sucedió es que al salir al andén, estas estaciones tienen incorporado un centro comercial por lo cual hay muchas salidas. Según caminábamos ya no me era familiar el sitio, por lo que, cuando salimos, estaba obscurisimo y había como un cruce de avenidas nada amigable.
Cruzamos de un lado a otro usando los túneles subterráneos que no eran nada tranquilizadores por lo desagradables y además que uno no sale siempre donde piensa, la verdad hay que tener mucho sentido de la orientación.
Algo que sucede en Londres es que nadie es de allí y de nada sirve preguntar pues nunca tienen ni idea. Luego de varios intentos y paradas, chorreando en una obscura esquina, cansadas, mojadas y sin esperanzas decidimos preguntar a una joven que venía hacia mi, a lo que me contestó mirando al suelo... "saque Ud. los pies del charco que se va a empapar...." bajé la mirada y la verdad, no se como diablos en aquella obscuridad podía verme los pies, que sí estaban en un charco!!
Finalmente no estábamos tan lejos y caminamos unos 200 metros por la obscuridad que nos pareció una eternidad y recalamos en la parte trasera del hotel, que tenía como un bosquecillo y finalmente pudimos llegar, pero eso sí, entre carcajadas, riéndonos de nuestra desastrosa orientación y vamos!! que eramos carne de cañón para que cualquiera se aprovechase de nosotras, dí que cómo ya hemos pasado a la categoría de invisibles, no surgen mayores peligros para dos senior como nosotras.
He vuelto Londres!
Nuevamente a cantar. Esta vez el Mesías de Haendel en el Albert Hall.
Dicho así parece algo importante, pero en realidad es un encuentro de corales que en vez de ser pequeño como en Palma, es acorde al tamaño de la ciudad y necesitan un recinto que de cabida a tanta gente. Puede participar cualquier persona , sea o no corista, conocer la obra es el único requisito y el evento se celebra cada noviembre desde hace 30 años.
La iniciativa parte de Irina , nuestra directora del Mesías en Palma.
Hemos decidido venir de jueves a lunes para aprovechar el vuelo y la ocasión. Digo hemos, Concha y yo, que compartimos habitación.
Nos encontramos con otras chicas que también vinieron en el mismo vuelo, pero aunque intentamos ser amigables fueron bastante frías y a pesar de que nos hospedamos en el mismo hotel nos separamos en el aeropuerto.
Ahí comenzó nuestra pequeña excursión hacia el hotel!
Tanto Concha como yo somos un poco intuitivas pero nada organizadas, todo lo decidimos según se nos van presentando las cuestiones. Es como si fuéramos resolviendo un quiz, damos respuesta a los interrogantes a medida que surgen, pero riendo ante la incertidumbre de si estaremos acertando o no.
Las decisiones las tomamos un poco aceleradas y no sin cierta zozobra. Acostumbradas a que otros piensen por nosotros ( en los viajes grupales!), es como si el oxidado cerebro nos funcionase a impulsos, como máquina falta de lubricación.
El primer lapsus fue desoír la recomendación del azafato de comprar en el avión el ticket para el London Express. Todavía no sé cómo puede un ticket de tren ser mas barato en el avión que en la ventanilla de la estación. Uno se pregunta dónde está la trampa o bien dónde está el beneficio. En fin, como nos costaba 28 libras decidimos tomar el tren regular que costaba 10.
Una vez con el ticket en nuestro poder, corrimos hacia el ascensor que lleva al andén, andén en el cual ya habíamos estado.
Como traíamos cierta velocidad por el ímpetu de llegar, nos frenamos sobre la punta de nuestros pies, de bruces contra el revisor que nos cortaba el paso, quería ver nuestro ticket antes de subir, ya que debe ser error común subirse al London Express con el ticket del Souther Train.
Así que engrosando las estadísticas de error, reculamos y nos sentamos a esperar. Mientras esperaba pude comprobar que el mundo esta lleno de atropelladas como yo, pues estando a punto de cerrarse las puertas del London Express y sonando el timbre, una Sra.,deshorientada, dudaba si subir o no a pesar de los gritos de sus amigas y la revisora que le decían "Hurry up, hurry up!. Seguro le iba la cabeza mas lento que a mi. No procesaba que debía seguir a sus amigas y se miraba las manos, las bolsas, el abrigo comprobando que no se olvidaba de nada, era como el ordenador cuando se queda suspendido en una acción y nos deja ver el relojito de arena y aunque aporremos el ratón y el teclado no hay reacción alguna.
Finalmente en el tren, nos sentimos nuevamente seguras y con la sensación de haber tomado la decisión correcta.
Por momentos intentaba no perder la concentración de las paradas que se iban sucediendo una tras otra. No había riesgo de pérdida pues el tren acababa su trayecto en Victoria Station, pero siempre se ve todo como en una nebulosa cuando no se conoce el sitio. En casa parece que funcionamos bien por que todo, aunque parezca que no, es rutinario.
El hotel era el mismo del mes de Julio y era relativamente fácil tomar el metro hasta Hammersmith y luego salir a la calle y a mano derecha está el enorme edificio. No contábamos primero, con la obscuridad al llegar y la tupida lluvia que no te dejaba ver nada con claridad, además de tener que arrastrar maleta, bolso y algo más . Lo que sucedió es que al salir al andén, estas estaciones tienen incorporado un centro comercial por lo cual hay muchas salidas. Según caminábamos ya no me era familiar el sitio, por lo que, cuando salimos, estaba obscurisimo y había como un cruce de avenidas nada amigable.
Cruzamos de un lado a otro usando los túneles subterráneos que no eran nada tranquilizadores por lo desagradables y además que uno no sale siempre donde piensa, la verdad hay que tener mucho sentido de la orientación.
Algo que sucede en Londres es que nadie es de allí y de nada sirve preguntar pues nunca tienen ni idea. Luego de varios intentos y paradas, chorreando en una obscura esquina, cansadas, mojadas y sin esperanzas decidimos preguntar a una joven que venía hacia mi, a lo que me contestó mirando al suelo... "saque Ud. los pies del charco que se va a empapar...." bajé la mirada y la verdad, no se como diablos en aquella obscuridad podía verme los pies, que sí estaban en un charco!!
Finalmente no estábamos tan lejos y caminamos unos 200 metros por la obscuridad que nos pareció una eternidad y recalamos en la parte trasera del hotel, que tenía como un bosquecillo y finalmente pudimos llegar, pero eso sí, entre carcajadas, riéndonos de nuestra desastrosa orientación y vamos!! que eramos carne de cañón para que cualquiera se aprovechase de nosotras, dí que cómo ya hemos pasado a la categoría de invisibles, no surgen mayores peligros para dos senior como nosotras.
VIAJEROS "STAND BY"
Los viajes en grupo tienen espectativas de diversión muchas veces exageradas, especialmente cuando se organizan entorno a una actividad o afición común.
Las relaciones interpersonales no son las mismas, cuando un grupo de amigos se reune un par de veces a la semana, que cuando se han de compartir las 24 horas del día e incluso habitación durante un fin de semana.
En estos viajes, normalmente todo el mundo suele hacer propuestas, que se dejan sobre la mesa, mas bien para que quede constancia de que no somos novatos. Estas propuestas tienen como base experiencias propias u oídas de viajes de amigos o bien basadas en informes de prensa o documentales televisivos como "españoles en el mundo" o el canal viajar.
La realidad sin embargo es muy otra. Normalmente nadie toma la responsabilidad de la organización y los grupos grandes o pequeños se asemejan a esas bandadas de patos en tierra que se apiñan esperando que alguno inicie el vuelo, se quedan absortos con la mente en blanco, en stand by, esperando que alguien decida. Entonces, el proceso de decisión discurre entre dos o tres personas y al final de descartar y barajar diferentes posibilidades, cuando ya se ha llegado a un acuerdo, de improviso, despiertan de su letargo, tal como si hubiesen quedado suspendidos en el tiempo y no se hubiesen enterado de lo que allí se hablaba,…y lanzan entonces una propuesta.
Algo así ha pasado hoy en el camino de vuelta hacia Gatwick. Hemos buscado la venta de tickets del Southern Train. Luego de escudriñar el mar de carteles la encontramos. Finalmente, no sin lidiar con el empleado que no nos quería cobrar por separado, obtuvimos los tickets. Los repartimos por si nos separábamos accidentalmente y nos dirigimos a la búsqueda de los andenes del Southern.
Nuevamente carteles y mas carteles. Nos plantamos con las piernas firmes sobre el pavimento, en una mano la maleta bien asida, en la otra lo tickets por si hiciese falta consultar algún dato pero no logramos ver ningún sitio que pusiese Southern. Finalmente encontramos el camino... no sin antes preguntar al de la ventanilla del Gatwick Express, que nos devolvio con cajas destempladas a mirar al panel del hall, (a pesar de que le había advertido, pidiendo disculpas, que eramos de "pueblo" y no lográbamos abrirnos camino).
Estábamos mi amiga y yo (las dos lideres del grupo de 3) absortas leyendo el panel de izquierda a derecha, (craso error pues no había números de andenes en los que partían dentro de dos horas) cuando nuestra tercera amiga, la que todo el tiempo estaba en "stand by" gritó de repente y como si Buda la hubiese iluminado: "Aquí esta el tren, ahí lo pone Gatwick Express"!!!!!
Uno, dos , tres, cuatro............diez.
Pero como puede ser que una persona que viene pegada al grupo no se haya enterado de la dilucidación de que medio de transporte era el mas economico de Gatwick a Londres, que se le dió un ticket en su momento, y se le dijo "venga! paga, son solo 6.50!" que todo el mundo se regocijara de las casi 20 libras que nos habíamos ahorrado, y de que a la vuelta decidiésemos elegir el mismo tren, se tuviera el rifirrafe con el de la taquilla, se le diera otro ticket se le dijera "venga ahora paga 7.50" en ningún momento de este largo proceso se diera cuenta siquiera de nada y encima... para no quedar como antipática... hubiese que explicarle de pe a pa todo lo sucedido. Exausting!!!
Una vez en el tren, repasamos mentalmente mi amiga y yo los pasos a seguir, desandando mentalmente el camino hecho, era lógico que debíamos coger una vez fuera del tren, el shuttle que une los dos aeropuertos norte y sur.
Pero al salir, no lo hicimos relajadamente, sino que salimos en estampida de vegestorios de la tercera edad, con la cabeza agachada para darnos mas prisa, directas al cartel que indicaba DEPARTURES.
Eso sí, nos fuimos directos al panel de vuelos para comprobar que ibamos bien y hete aquí que no vemos ningun vuelo con destinación Palma de Mallorca.
Yo me mantuve escéptica, esta claro que no estamos en el lugar adecuado, pero mi amiga vió a la misma hora uno con destino Murcia, "seguro que hacen escala en Palma", y se abalanzó en busca de los mostradores( no había sido precavida de traer el checking hecho).
Yo continuaba escéptica así que enganche a una señorita de amarillo y le digo "Palma de Mallorca" ...."terminal north, turning to the right take the....." MIERDA! pero si esta claro!! se nos había cortocircuitado en la neurona el paso clave: "shuttle".
A todo esto la zombie en "stand by" detrás con mirada ausente.
Nos reprochamos lo desentrenadas y desconcentradas que estubimos y nos paramos en la puerta del shutle. La otra sigue en "standby".
Se abren las puertas, nos sentamos y me dice mi amiga, "pero que bobas hemos sido, no se como tuvimos tal lapsus".
Sale la del "stand by" blandiendo la hoja del ticket, " aber klar! hier stet TERMINAL NORTH!!". Entonces se me puso la sangre en el ojo y le digo "¡UNDDDD.....! WARUM SAGST DU JETZ, JETZ ES IT NICH MEHR NOTTIG!
Finalmente estábamos en Gatwick!!, el cheking hecho, todo en orden y llegó el momento del merecido cafecito, le digo a mi amiga al pie de la escalera, arriba esta la zona de comidas si quieres podemos usar el ascensor. La otra que se ve decidió "activarse" señala a lo lejos, al fondo del hall....."Allá lejos creo que hay un bar " yo furibunda " "vete tú si prefieres, nosotros subimos".
Vino no muy convencida ,no por que no se fiase, sino por que creo tenia su amor propio herido.
Pedimos café, mi amiga un refresco, una tarta de coco que me gusta mucho y mi amiga que estaba con antojo de la tarta de zanahoria se cogió un trozo, nuestra tercera amiga se pidió un refresco y sacó del bolso un panecillo integral que había cogido del desayuno del hotel pero esa es otra historia.
Nos sentamos en un local de pizzas que era el único sitio vacío, mis dos amigas estaban un poco embaradas por que decían que nos llamarían la atención, pero como es lógico nada de eso paso.
Se hacen las 12 y teníamos el despegue a las 12.45 por lo que dije, creo que nos tendríamos que mover rapidito pues se hace tarde y la puerta esta al final de todo. Tiramos los desperdicios y estirando de la maleta cogimos rumbo a las escaleras...cuando estiro el pie sobre el primer escalón...... la del "stand by " ......"Ay!!!!!!!hay tiempo para tomarme una sopa.....ahí venden sopa!!!.......
Las relaciones interpersonales no son las mismas, cuando un grupo de amigos se reune un par de veces a la semana, que cuando se han de compartir las 24 horas del día e incluso habitación durante un fin de semana.
En estos viajes, normalmente todo el mundo suele hacer propuestas, que se dejan sobre la mesa, mas bien para que quede constancia de que no somos novatos. Estas propuestas tienen como base experiencias propias u oídas de viajes de amigos o bien basadas en informes de prensa o documentales televisivos como "españoles en el mundo" o el canal viajar.
La realidad sin embargo es muy otra. Normalmente nadie toma la responsabilidad de la organización y los grupos grandes o pequeños se asemejan a esas bandadas de patos en tierra que se apiñan esperando que alguno inicie el vuelo, se quedan absortos con la mente en blanco, en stand by, esperando que alguien decida. Entonces, el proceso de decisión discurre entre dos o tres personas y al final de descartar y barajar diferentes posibilidades, cuando ya se ha llegado a un acuerdo, de improviso, despiertan de su letargo, tal como si hubiesen quedado suspendidos en el tiempo y no se hubiesen enterado de lo que allí se hablaba,…y lanzan entonces una propuesta.
Algo así ha pasado hoy en el camino de vuelta hacia Gatwick. Hemos buscado la venta de tickets del Southern Train. Luego de escudriñar el mar de carteles la encontramos. Finalmente, no sin lidiar con el empleado que no nos quería cobrar por separado, obtuvimos los tickets. Los repartimos por si nos separábamos accidentalmente y nos dirigimos a la búsqueda de los andenes del Southern.
Nuevamente carteles y mas carteles. Nos plantamos con las piernas firmes sobre el pavimento, en una mano la maleta bien asida, en la otra lo tickets por si hiciese falta consultar algún dato pero no logramos ver ningún sitio que pusiese Southern. Finalmente encontramos el camino... no sin antes preguntar al de la ventanilla del Gatwick Express, que nos devolvio con cajas destempladas a mirar al panel del hall, (a pesar de que le había advertido, pidiendo disculpas, que eramos de "pueblo" y no lográbamos abrirnos camino).
Estábamos mi amiga y yo (las dos lideres del grupo de 3) absortas leyendo el panel de izquierda a derecha, (craso error pues no había números de andenes en los que partían dentro de dos horas) cuando nuestra tercera amiga, la que todo el tiempo estaba en "stand by" gritó de repente y como si Buda la hubiese iluminado: "Aquí esta el tren, ahí lo pone Gatwick Express"!!!!!
Uno, dos , tres, cuatro............diez.
Pero como puede ser que una persona que viene pegada al grupo no se haya enterado de la dilucidación de que medio de transporte era el mas economico de Gatwick a Londres, que se le dió un ticket en su momento, y se le dijo "venga! paga, son solo 6.50!" que todo el mundo se regocijara de las casi 20 libras que nos habíamos ahorrado, y de que a la vuelta decidiésemos elegir el mismo tren, se tuviera el rifirrafe con el de la taquilla, se le diera otro ticket se le dijera "venga ahora paga 7.50" en ningún momento de este largo proceso se diera cuenta siquiera de nada y encima... para no quedar como antipática... hubiese que explicarle de pe a pa todo lo sucedido. Exausting!!!
Una vez en el tren, repasamos mentalmente mi amiga y yo los pasos a seguir, desandando mentalmente el camino hecho, era lógico que debíamos coger una vez fuera del tren, el shuttle que une los dos aeropuertos norte y sur.
Pero al salir, no lo hicimos relajadamente, sino que salimos en estampida de vegestorios de la tercera edad, con la cabeza agachada para darnos mas prisa, directas al cartel que indicaba DEPARTURES.
Eso sí, nos fuimos directos al panel de vuelos para comprobar que ibamos bien y hete aquí que no vemos ningun vuelo con destinación Palma de Mallorca.
Yo me mantuve escéptica, esta claro que no estamos en el lugar adecuado, pero mi amiga vió a la misma hora uno con destino Murcia, "seguro que hacen escala en Palma", y se abalanzó en busca de los mostradores( no había sido precavida de traer el checking hecho).
Yo continuaba escéptica así que enganche a una señorita de amarillo y le digo "Palma de Mallorca" ...."terminal north, turning to the right take the....." MIERDA! pero si esta claro!! se nos había cortocircuitado en la neurona el paso clave: "shuttle".
A todo esto la zombie en "stand by" detrás con mirada ausente.
Nos reprochamos lo desentrenadas y desconcentradas que estubimos y nos paramos en la puerta del shutle. La otra sigue en "standby".
Se abren las puertas, nos sentamos y me dice mi amiga, "pero que bobas hemos sido, no se como tuvimos tal lapsus".
Sale la del "stand by" blandiendo la hoja del ticket, " aber klar! hier stet TERMINAL NORTH!!". Entonces se me puso la sangre en el ojo y le digo "¡UNDDDD.....! WARUM SAGST DU JETZ, JETZ ES IT NICH MEHR NOTTIG!
Finalmente estábamos en Gatwick!!, el cheking hecho, todo en orden y llegó el momento del merecido cafecito, le digo a mi amiga al pie de la escalera, arriba esta la zona de comidas si quieres podemos usar el ascensor. La otra que se ve decidió "activarse" señala a lo lejos, al fondo del hall....."Allá lejos creo que hay un bar " yo furibunda " "vete tú si prefieres, nosotros subimos".
Vino no muy convencida ,no por que no se fiase, sino por que creo tenia su amor propio herido.
Pedimos café, mi amiga un refresco, una tarta de coco que me gusta mucho y mi amiga que estaba con antojo de la tarta de zanahoria se cogió un trozo, nuestra tercera amiga se pidió un refresco y sacó del bolso un panecillo integral que había cogido del desayuno del hotel pero esa es otra historia.
Nos sentamos en un local de pizzas que era el único sitio vacío, mis dos amigas estaban un poco embaradas por que decían que nos llamarían la atención, pero como es lógico nada de eso paso.
Se hacen las 12 y teníamos el despegue a las 12.45 por lo que dije, creo que nos tendríamos que mover rapidito pues se hace tarde y la puerta esta al final de todo. Tiramos los desperdicios y estirando de la maleta cogimos rumbo a las escaleras...cuando estiro el pie sobre el primer escalón...... la del "stand by " ......"Ay!!!!!!!hay tiempo para tomarme una sopa.....ahí venden sopa!!!.......
No me lo podía creer!!!! hay que estar en el limbo!!! le digo....
"Bueno si quieres sopa tómatela, pero solo faltan 45 minutos para que despegue el avión, además en el avión también venden sopa!!!"
Al pasar por el panel vemos que hay 15 minutos de camino. Entonces echamos a correr, la del "stand by" detrás.
"Bueno si quieres sopa tómatela, pero solo faltan 45 minutos para que despegue el avión, además en el avión también venden sopa!!!"
Al pasar por el panel vemos que hay 15 minutos de camino. Entonces echamos a correr, la del "stand by" detrás.
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