Me he hecho el firme propósito de leer la modesta biblioteca que me dejó mi padre. No por modesta es menos rica.....el tema biblioteca en mi familia tiene una historia larga que abarca el período de la guerra hasta nuestros días. Mi tio Iñaki, hermano mayor de mi padre, según papá todo lo que tenía de pequeño lo tenía también bajo tierra. Llegué a conocerle a través de las fotos que intercambiaba la familia tras años de separación, escribía a mi tía Isabel, la única hermana, autoritaria como la que más para bregar en una casa de tres hermanos varones y los padres. Bueno...aquí el tema es que el hombre de chapela de las fotos, mi tío, le conocí en mi primer visita a España en el 75. Mi tío tenía una habitación en el piso de Santuchu sólo para la biblioteca, un sofá con orejeras y una lámpara de lectura. No dejaba tocar a nadie su tesoro mas que bajo estrictas normas de manipulación de los libros. Con orgullo me contó que era la tercera biblioteca, pues las dos anteriores habían sido confiscadas por la guardia civil en “aquellos años”.
Fabio, mi padre, tenía fervor y admiración por su hermano y en los cinco años que vivió en Mallorca comenzó la colección de la suya....tal como las abejas construyen el panal, pues lo llevan en los genes, mi padre y mi tío construían una y otra vez su biblioteca, al igual que esas hormigas, que al darle una patada al cónico hormiguero, afanosas lo vuelven a reconstruir.
Contada esta larga y necesaria anécdota decidí comenzar por el tomo uno ya que no me podía decantar entre tantos títulos......tengo que decir que, con mi venida a España, paradójicamente, he perdido vocabulario, pues encontré una palabra que usaba de joven y había olvidado.... FALLEBA.... os dejo a vosotros el buscar su significado pues yo ya he contado bastante....